Cuándo ya no hay nada que conmueva / Todo se repite / Cuándo no se puede estar tan oscuro y revuelto / El frío traspasa piel y carne, vulnera el hueso / Y se repite / repite y repite hasta el cansancio / Aunque parece disfrutar del mecánico roce de dejarla pasar y pasar y pasará / Soñando ser hueco, transparente, imperceptible
Te cuento que los pájaros absurdos de mis antiguas mentes, en su mecánico transitar, suben cerca de mis inmóviles vitales, durante todo aire muerto pasado, dejando reposar las penas en una fuente oxidada de olvidos y enfermedad.
Pero sólo en su duplica, fuera del descontrolado fuego
Optemos por su oscuridad antigua
De gente sin aire matinal ni luz lunar
De uniformes grises salpicados de café y espanto
Planificando feriados y velorios
Mantengámonos vivos porque en baldosas rotas seremos y levitaremos Montevideo tan jodida y resentida como el barro color de su río, costumbres de brisas portuarias
Tus murallas y caminos empapelados de boletos y listas de políticos embusteros
De afiches coloridos de eventos pasados
Invitaciones a la transformación parcial de su rumiante lucha contra sí misma
Ciudad alergénica, te espío desde mis ventanas
Desde mis terrenos sensitivos diseñados por tus mentiras
Hoy: sólo malas versiones de lo que quisiste ser
(Ómnibus aburridos y fatigados
Pronostico de la repetición tóxica, de tu música tosca y aparatosa)
“…los hombres compartieron un pasado ilusorio. Sólo faltó una cosa: la vereda de enfrente…” J. L. Borges (perdón)
Ciudad imperial llena de cabezas con sueños aquietados por temor al hambre vendiendo para poder comprar razones que les permitan levantarse al día siguiente y seguir ofertando aquellos residuos sólidos urbanos, que casi sin notar el feroz funcionamiento, formarán otras ciudades habitadas por cabezas nuevas, dispersas, peligrosas programadas por sofisticados laboratorios de guerra tangueros sobreviviendo para que les autoricen a desear comprar razones para levantarse al día siguiente y seguir estando… ahí nomás, una cerquita de la otra (cabezas y ciudades) esperando – putiando - asfaltando - repitiendo
El riesgo es maquina de paz y sus caricias revelan cicatrices de gran ciudad Entonces, las nubes no advierten ninguna tormenta capaz de detenerla
No hay sensación mejor que la de soñarte No hay mejor ritual que el de desearte No hay mejor dolor que el de acarrear con tu presencia ausente
Aunque debo confesar que no soporto reconstruír Tu cuerpo Todas tus sonrisas Tu perfume Tu voz y sus distintos tonos La sutil asimetría de tu cara Tu piel y las palabras de Tu boca y su mueca exacta
Pero mis caries tenían razón Tropecé con mi lamento aburridor Y con esas ganas de morir a lo Kurt Cobain Para encontrarme con el resto de mí y tu vacío
(Necesito que seas una gran nada)
Desde hace ya un tiempo las noches están repletas de vecinos que, velándome, oyen mis dientes bruxar.
Repentinamente descubrimos la vía calza violeta, quien fuera una jalea real visual con su bicicleta de paseo erótico
Entre sonidos de tambores de mestizaje patricio desencantado Ruido que funcionó como pulso incrustado poéticamente entre nalgas esculpidas en mármol
La vía calza verde fue, pues, hasta estas costas residuales salvajes, Seductor movimiento swing, soul, rythim and blues-anal de glorioso goce hipnótico celebrando la accesibilidad al sexo sincero moldeador de cuerpos
Entonces continuamos nuestras conversaciones en un rincón de las palabras y la música
Por debajo del límite - asoma Presionando tejidos - respira su dulce y delicado movimiento Lento y letal Como una aneurisma - habita teniendo el control de los destinos
Recuerdo desde mi sequedad de boca y garganta rota mi bragueta exigida
Cerveza tras cerveza en la rambla Besos torpes de lengua Nuestros cuerpos al costado de una fusión Y yo degustando del gran banquete de su instante
De rodillas con su clisé triste Sangrando desde las alas que le dieron vuelo Chupando verga para retornar de la invisibilidad Y por un momento dejarse engañar de amor y regocijo Como un escritor obeso Como un payador sidoso Como un refrán repetido por una voz autista joven Soñó en una escena lesbica entre Maria Kadoma y Nancy Spungen donde, entre besos y caricias, arañaban sus rostros
Soy un dinosaurio, una hormiguita, un mar embravecido Soy una leve brisa, un kilo de papas, un dolor de panza Soy esquizofrénico una canción triste
- Adiós hijo
Lobotomizados funcionarios militares pidiendo unas chapas para el vino Grandes señores colgando los championes en los cables de luz Jerarcas a prepo, sueldos y galardones dandole a la lata
Soy un local de Abitab Soy un billete, una queja, un ómnibus lleno de desilusiones
- Yo era con mi hijo
Soy un cuchillo clavado en la nuca de los que se atreven a hablar del pasado, de este presente, de todos nosotros: los quietos, los mudos, los impotentes, los que aprietan los dientes. Los espectadores expectantes de la tragedia.
Porque el pobre José Ignacio creyó escribir sobre la mugre de su propio ombligo
Quedó vacío por años de pesquisar un adentro universo y llenarlo de nadas naranjas y naditas viole(n)tas
Y pensar que hace unos años se hizo una paja y con papel higiénico degradado a pasta de celulosa seminal construyo un muñequito de nieve y decidió ponerle el nombre que llevaron heroicamente su abuelo y mi padre
Entonces escribió con el ceño fruncido en una vija cuadernola de cuando iba al liceo:
“Los suicidas, en el enigmático instante formulan, si todo sale como creen que esperan, una última acción vital: eligen. Deciden saltar al vacío, tirarse en las vías de los trenes morder una manzana envenenada esperando la escena siguiente de una película casera filmada en VHS. Otros no, mueren en slow y no deciden, ahorcándose con nudos de corbatas”
Me decía, entonces, que le dio sueño El frío la llevó a su cama Le regaló un caluroso abrazo La arropó, tal vez Le hizo besar su rosario de vértebras de tiburón Y apagó la luz de su cuarto
Juntó unas maderitas, algunas ramas de hojas secas y con diarios viejos hizo un gran fuego para quemar, quizás por un rato, sus recuerdos que empapelaban en un gran mural sus pensamientos y sus malos sueños. La llama hizo brasas, las brasas cenizas y el viento, dando por fin el tiro de gracia, dejó que esos recuerdos se confundieran en el aire que el pobre tipo, porfiado por sobrevivir, respiró.
En la noche pastosa El calor funde carne Que respira humos indescifrables Lenguas pasadas
Sudor de semanas Cicatriz absurda en su cuello Odiado vive muriendo silencioso entre vecinos sordos y ciegos -pero no mudos- Refleja el odio sagrado de la ciudad hedionda
Quisiera mi hígado ser luz Mis pulmones retener una sudestada de una pitada
Envoltorios de órganos golosinas Desparramados por toda la ciudad Que luchó para que la tomaran en serio Aunque sea el día de su fundación
Nacimiento de la enfermedad urbana (Pero pobres mis pulmones cáscaras, Esos cansados pulmones de mi abuelo)
Mi cerebro y todos sus quistes, sus candados, sus cajones y sus maquinas Planeando entre nubosidades de océanos menores
Envoltorios desparramados derramando toda la ciudad tomaron por sorpresa y en serio su fundación... mi hígado ilumionrá a demanda ciegos rumbos posibles
Ernesto Guevara - Dotor Ernesto - Comandante CheGuevara – Te diste de bomba contra los molinos (finalmente eran gigantes) -De médico romántico a combatiente no pasó tanto tiempo – solo el que a la barba demora en cubrir un rostro - Con la cinco en la espalda fuiste el patrón del medio campo en la Sierra Maestra - Competiste a ver quien la tenía más larga con Camilo - Jugaste al ajedrez contra Batista para luego ver stand-upcomedy en la ONU - Fusilaste a los que estaban de vivos por amor a sus hijos – Y cogiste con tu estigma asmática -Pasaste hambre y te atravesaron balas a tu remera del Che (cuando usarlas era un queme) - No puedo verte a los ojos - No puedo sostener un fusil - No podré beber del fluido de tus venas abiertas - ¿Habitará en nuestros cuerpos latinoamericanos algún rastro de tu amor inconmensurable?
un relámpago rueda la ronda de la naturaleza euforia roncan entre las nubes sombras luces relámpagos esferas que no entienden como tiemblan los cimientos de las cuevas ni su fuerza cíclica eterna de fabricar agua turbia
Mis amigos saben que no cuento con tiempo suficiente - Aquel capricho que mide las agujas de cada mecánico tic tac -
No saben ni sabrán de mis infancias intrauterinas trágicas Esas que siempre han envidiado sin enterarse
Poco se sabe de mí Y de mi sombra con su cáscara clara
No saben que nunca aprendí a leer Y nunca supe agarrar un lápiz Que casi no escucho música Que fantaseo con matarme y no me atrevo Aunque sigo disfrutando de vivir
Y sigo disfrutando De no saber De no entender a Deleuze De no querer las incertidumbres ni los riesgos de los que me escondo En un mar amniótico de analgésicos y anestesias Que vacían de sabor mis terrenos fértiles En los que comparto con ustedes y ellos
Mi poesía es de algunos de mis amigos Hija de dictadura y apatía De clase media desobediente y servil – crispante, tenue De la gris ciudad del sacrificio De paladares verdes yerba mate para llegar a fin a mes
Esto no es carrito clasificador (Botellas de plástico y bosta) No es el puerto ni cyber café instantáneo No es Ituzaingó y Cerrito
Son los peces de cartón Las vacas corned biff suplicando matadero El trigo pradera Fuego liberando furia Depredando nuestras crías
Estos versos son sed vegetal El aroma de la ausencia
Supura ruptura sorda Brazos de bronca muda Semanas grises y días tercos Secuelas de la expansión de la Europa groncha Dientes limpios y cachetes colorados Lapicera intermitente con ideas flacas / pija parada
Lo sublime: es aroma a jazmín un viernes de diciembre
La belleza: mujer tormenta susurrando al oído lejano y constante hilo de sonido liquido
Pantalla y mentira Semanas planas – días lineales – lagrimal seco Tiempo insulso, tiempo de alergias, de pulgas en mi cama en coma
El diablo que viste por dentro es piel piel fina, laxa y pegajosa
Descarga su arma reglamentaria gota a gota paso por paso en la cabeza de un niño Justo a la una y diecisiete de la madrugada
Con muchas ganas de mear y bolsillos vacíos (todas las estrellas del firmamento las hace una hormiga) El estado de la materia va alterando el producto poco a poco gota a gota paso por paso
Que estas grande ya Que se te pudrió la boca Que tiene hambre por los poros y los parches
Mastica una tapa amarilla de tónica y piensa en el dolor de mandíbula Y en una mujer y sus labios envainados de diablo, se quede con las ganas y se acueste sola Entonces desborda el cenicero con pereza de fumar y fumar