Porque el pobre José Ignacio creyó escribir
sobre la mugre de su propio ombligo
Quedó vacío por años de pesquisar
un adentro universo y llenarlo de nadas naranjas
y naditas viole(n)tas
Y pensar que hace unos años se hizo una paja
y con papel higiénico degradado a pasta de celulosa seminal
construyo un muñequito de nieve y decidió ponerle el nombre que llevaron heroicamente su abuelo y mi padre
Entonces escribió con el ceño fruncido en una vija cuadernola de cuando iba al liceo:
“Los suicidas, en el enigmático instante
formulan, si todo sale como creen que esperan, una última acción vital:
eligen.
Deciden saltar al vacío,
tirarse en las vías de los trenes
morder una manzana envenenada
esperando la escena siguiente de una película casera filmada en VHS.
Otros no, mueren en slow y no deciden, ahorcándose con nudos de corbatas”
domingo, 9 de agosto de 2009
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