Caen pequeñas miguitas de piel muerta sobre la mesa
Los órganos ya avisaron
Se ahuecarán
Serán meramente frascos
Ni el cielo cada vez más cielo
Ni el puerto cada vez más logístico
Detendrán el inevitable declive
No hay más aromas
No habrá más canciones bobas
Los dedos sin huellas no pueden delatarme entonces
Las manos temblorosas
Mis raíces y mis ramas aún resisten
Pero mis labios son cayos
Que raspan, besan y se despiden de
La muerte de andar viviendo por ahí
lunes, 29 de junio de 2009
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